Conocer lugares alguna vez es más sencillo de lo que parece y el Desierto de los Leones es un claro ejemplo. Muy seguido paso por la entrada al Desierto de los Leones por temas de trabajo, pero nunca me había detenido a conocer porque por alguna razón siempre tengo prisa de llegar a algún lugar. Es por eso que me animé saliendo de una junta en Santa Fé a sacrificar mi comida por un lugar nuevo. Vestido como niño bueno decidí emprender mi camino a conocer un lugar nuevo. Como era un día entre semana no había casi nadie y el lugar era para mi y para un grupo de personas que se estaban fotografiando con vestuarios medievales. El lugar es perfecto para conocerlo con tiempo y perderse entre sus largos pasillos y varios patios.
El lugar es ideal para ser visitado entre semana que es cuando menos gente hay. Exiten algunos pasillos subterraneos donde es conveniente llevar batería en el celular para iluminar el camino. Como yo no iba preparado para esto pase un buen rato chocando contra paredes. Terminando la visita continué mi camino con destino a mi casa después de haber sacrificado la hora de la comida a cambio de una experiencia que sin duda valió la pena.
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