Los viajes algunas veces se planean con anticipación, pero nosotros teniamos en mente este viaje a Tlayacapan desde que leimos “Ruinas de Utopía” hace más de 7 años. Y hace poco nos invitaron a un festival llamado “América en el Barrio”, de tradiciones de tres Pueblos Mágicos, entre ellos Tlayacapan.
Desde que llegamos Tlayacapan nos recibió con muy buen clima, algo de calor pero nubes y un viento refrescante. Aprovechamos los primeros momentos para caminar por el centro y pasar por un café a Corazón de Maíz. Ya con nuestras baterías recargadas comenzamos nuestro gran recorrido, sabíamos que había iglesias por todas partes pero no teníamos muy claro cuales eran las más importantes ni dónde estaban. La primer parada tenía que ser la Iglesia de San Juan Bautista que en ese momento tenía bodorrio en su interior por lo que no podíamos entrar a tomar fotos como siempre lo hacemos. Pasamos unos momentos en el atrio viendo como los perros se Tlayacapan descansaban en la sombra de los árboles y nosotros aprovechamos para seguir sus pasos.
Pasado un tiempo decidimos comenzar a caminar y nuestro primer destino fue la Capilla de Santiago que representa al barrio de los Brujos o zona oriente de Tlayacapan. Ahí nos encontramos una persona que nos contó varias historias de la zona. Regresando al centro para poder tomar rumbo a la parte norte de Tlayacapan para conocer la Capilla del Barrio de Santa Ana, pero para este momento ya estabamos bastante cansados de tanto caminar y a cada pocas cuadras nos parabamos en la sombra a descansar. Ya descansados volvimos nuestra vista se vió atrapada por Mil Amores por unas cuantas cervezas. Ahora si descansados e hidratados comenzamos nuestro camino a las iglesias del norte (Santa Ana y la Capilla de Santa Cruz de Altica). Entre tantas calles y estar un poco desorientados nos encontramos con el desfile de América en el Barrio que nos llevó caminando por algunas calles. La incertidumbre de donde nos quedaríamos nos llevó hasta Casa Tonantzin (un hotel mal calificado en Google). Nuestra sorpresa es que estaba bastante mejor de loq ue se leía en los comentarios, pero no se equivoquen no es un hotel bonito, simplemente práctico y con alberca.
Ya con todas nuestras cosas guardadas seguimos nuestro camino intentando alcanzar el desfile. Claro que no pudimos alcanzarlo mientras seguian bailando por las calles, pero habían montado una carpa en las afueras y se estaban preparando para que San Pedro y San Pablo Teposcolula representaran los bailes típicos de la Guelaguetza. Llegamso con un poco de tiempo para ver los preparativos y estuvimos algunas horas hasta que el cansancio nos llevó de vuelta a nuestro hotel donde caimos rendidos.
El siguiente día nos despertamos no tan temprano y seguimos caminando por las calles de Tlayacapan, nuestra misión era conocer las partes más turísticas del centro. Primero visitamos la Cerería, una antigua fábrica de cera que ahora es la casa de la cultura de Tlayacapan. Después pasamos al Ex-Convento de San Juan Bautista donde pudimos ver todas las pinturas en los muros. Después apsamos al convento que está muy bien conservado y tiene una sala enfocada en antiguo mobiliario y algunas momias que se encontraron en el piso de la Iglesia. Ya con eso controlado decidimos que nos faltaba el Templo del Señor de la Exaltación y algunas capillas del sur de Tlayacapan.
Con un poco de tiempo y ganas de conocer nos dirigimos a Tepoztlan. Ahí caminamos por el mercado y conocimos los muchos puestos que hay en las calles del centro. También entramos al exconvento desde donde pudimos ver el imponente cerro del Tepozteco. El museo dentro del Convento está muy bien montado, el atrio está muy bien mantenido y la iglesia tiene curiosamente la pila bautismal al centro del acceso. Y como siempre el fin de semana se nor terminaba, fuimos por un café, algo de comida y emprendimos nuestro camino de regreso.
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