El año pasado habíamos visitado el Nevado de Toluca aprovechando una visita a la Ciudad de Toluca para realizar unas compras que necesitabamos. Esa vez nos despertamos temprano y decidimos intentar llegar al Nevado por la ruta que más sentido tenía para nosotros. Por suerte llegamos bien pero una vez arriba notamos que no ibamos preparados consuficientes chamarras ni con botas adecuadas para subir la montaña. Esta vez decidimos que queríamos aprovecahr más el momento e iríamos más preparados, también nos habían dicho que ya habían comenzado las nevadas en el Nevado. Esta vez nos llevamos la cocina y a los vecinos para subir.
Con la camioneta llena a más no poder entre amigos y cosas salimos de casa a las 9 de la mañana según nos lo habíamos propuesto. El camino fue largo, principalmente por que decidimos hacer una parada técnica en la desviación de Sultepec para comer unas muy buenas quesadillas para tener fuerzas para la travesía. Para entrar al Parque del Nevado de Toluca nos tocó un poco de tráfico pues todos estaban ansiosos por pagar sus $40 del auto sardinas. La siguiente ruta fue lenta pero seguro y llegamos al último estacionamiento con unas inmensas ganas de bajarnos y comenzar a caminar, pero no sin antes pasar al baño.
Ya con todas nuestaras cosas a cuestas (botellas de agua) seguimos nuestro camino al cráter y y visitar la laguna del Sol y la de la Luna. La primera subida es la que más trabajo cuesta pues aún nuestro cuerpo no se había acostumbrado a la falta de oxígeno. Justo en la entrada a los cráteres nos encontramos a todos los que habían subido avjugar en la nieve, por suerte no era lo que a nosotros más nos interesaba y seguimos nuestro camino a las lagunas.
De bajada todo es fácil y llegar a las lagunas no requirió mucha fuerza, pero si algo de cuidado para no resbalarnos. Ya en el crater el clima es muy diferente, ya no corre el viento y la sensación térmica es un poco más amigable. Por suerte también la cantidad de gente abajo es menor ya que la nieve no había llegado hasta las lagunas. Pasamos un rato ahí caminando, platicando y aprovechandoq eu también había nieve para poder aventarla a otras personas. Claro que los otros también venían con nosotros, no somos tan salvajes como nos vemos en la foto.
La última subida fue la más pesada pues ya nos íbamos después de haber pasado varias horas en el crater. La salida fue agridulce pues nos despedíamos de un muy bonito lugar mientras veíamos como la gente tiraba basura en el camino. recogimos lo que pudimos y seguimos bajando hasta la camioneta donde todos se durmieron por partes en el camino de vuelta a casa.
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