No siempre tenemos todo el tiempo que nos gustaría para viajar y este último par de meses ha demostrado ser bastante más difícil poder organizar algo. Pero ahora fuimos a la Ciudad Capital y aprovechamos para recorrer algunos lugares importantes en el centro histórico.
Nuestro día empezó muy temprano en la colonia del Valle donde uno no puede dejar ir la oportunidad de ir al mercado de Coyoacan para tomar un café en Passmar. Después de recargar nuestras energías ahí, seguimos con rumbo al centro histórico y volvimos el Museo Franz Mayer nuestra primera parada. Si algo siempre hemos tenido en cuenta es que ahí las exposiciones temporales nunca se quedan cortas y están muy bien curadas, esta vez y hasta el fin de mes estaba Tornaviaje (la unión entre la Nueva España y Asia). Había de todo desde mapas y herramientas de navegación hasta muebles y telas que era lo que normalmente se comercializaba.
Después emprendimos nuestro camino a Bellas Artes y el Palacio de Correos pero por alguna razón no pudimos entrar a Bellas Artes pues había lo que nosotros llamamos “un exceso de gente”. Entonces seguimos nuestro camino hasta llegar al Zócalo de la ciudad. Caminamos un rato por los alrededores pero nuestro objetivo final era visitar el Museo de la Tortura pues nunca habíamos ido.
Por fin pudimos llegar y visitarlo aunque no llenó nuestras expectativas. El lugar tiene muchas herramientas de tortura a través de los años pero el lugar se siente exageradamente encerrado y mal diseñado. Siempre estás chocando con otras personas que también están intentando ver la exposición y los olores solo se acumulan. Cuando salimos sentimos que por fin eramos libres pero que estábamos cargando un sentimiento de culpabilidad extraña por haber sido parte de la especie humana que diseñó e implementó esos artefactos.
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