El vapor sube

Un puente para alguien que vive en un lugar turístico es complicado. Viene muchísima gente de visita, las calles se llenan, los negocios se llenan, el pueblo cobra una vida diferente y ajena a la que estamos acostumbrados. Metimos todo lo que se nos ocurrió a nuestras mochilas y nos dirigimos a Los Azufres, nos habían dicho que era un buen lugar que visitar y que nos serviría para alejarnos de las multitudes.

Nuestra falta de conocimiento nos llevó a ir manejando sin demasiada idea del lugar a donde iríamos. Un par de paradas técnicas en la carretera por comida nos permitieron revisar el celular y algunas páginas de internet para saber dónde nos convenía llegar a dormir. Realmente nada nos dio información precisa sobre qué hacer, pero todo parecía muy prometedor por lo que nos relajamos un poco y seguimos con el viento.

Subiendo por la montaña nos equivocamos en una desviación, por suerte había unos ciclistas que nos ayudaron a corregir el rumbo perdido y guiarnos por buen camino. Pasamos por Laguna Larga, pero al ver tanta gente en el lugar nos apanicamos y seguimos nuestro camino. Realmente no sabíamos a dónde íbamos, solo sabíamos que no queríamos que se sintiera como mercado. Por alguna extraña razón nos desviamos después de pasar Laguna Larga y seguimos una carretera sin mucho tráfico para ver hacia donde nos llevaba. Curiosamente entre curva y curva y muchos tubos por donde salía vapor llegamos a un lugar llamado Maritaro.

Cuando nos bajamos del coche nos recibieron unas niñas que nos enseñaron la zona donde podíamos acampar y el único lugar que tenía señal de celular en todo el terreno. El lugar de señal no era bonito, pero el lugar para acampar tenía una muy bonita vista a la montaña de enfrente y sólo había una pareja más acampando en el lugar. Nos vendieron un poco de leña para hacer nuestra fogata que nos mantendría calientes por una parte de la noche. Para variar nos faltó llevar un sleeping que soportara las temperaturas de ahí ya que los que usamos son para primavera y verano, de ahí en fuera siempre tenemos frío.

El siguiente día nos dio tiempo de nadar en las aguas termales, no hay mejor manera de relajarse que estando ahí un par de horas con un buen sombrero porque el Sol estaba a todo lo que podía. No se a que temperatura estaba el agua, pero yo la consideraba en su punto ideal, ni muy caliente ni muy frío. Saliendo de ahí nos dio tiempo de ir a ver una pequeña cascada que estaba un poco más abajo y era alimentada por el agua que salía de la alberca donde estábamos. Aprovechamos para caminar entre un lugar y otro y poder apreciar todo lo que había, incluyendo muchas flores curiosas. De regreso a la zona de campar nos tuvimos que poner las pilas para recoger todo nuestro tiradero, incluyendo lo que habíamos usado para cocinar la noche anterior y la cafetera del café matutino.

Una vez todo en las mochilas subimos al carro y las aventamos adentro, realmente siempre viajamos con muchas cosas aunque vamos mejorando poco a poco. De regreso hicimos una parada técnica en la terracería para intentar fotografiar un colibrí que vimos mientras manejábamos. Pasamos a desayunar a un puesto de quesadillas afuera de Laguna Larga que nos dejó con el estómago lleno y felices.

Decidimos recorrer Laguna Larga ese día ya que por alguna razón no había casi nadie, todos se habían ido a sus casas y estaba muy tranquilo, para nuestra desgracia dejamos las llaves del carro adentro. Pero más desgracia la que pasaban nuestros vecinos de estacionamiento que estaban intentando arreglar su camioneta, por suerte nos prestaron un desarmador y pudimos abrir nuestra puerta y tomar rumbo de regreso a nuestra casa con las pilas recargadas.

Coordenadas: 19.8211515, -100.6722941° y el Lugar se llama Maritaro