Como ya es costumbre la organización es lo más importante en estos viajes, con esa consigna salimos de casa 4 horas más tarde de lo planeado para poder visitar El Oro de Hidalgo que curiosamente se encuentra en el Estado de México y no en Hidalgo. Pero esos ya son problemas que nosotros no podemos solucionar, al igual que la pésima logística del arreglo de la carretera pasando Villa Victoria. Lo que sí pudimos hacer fue aprender a manejar como taxistas de la zona invadiendo carril la mitad del trayecto para no caer en los cráteres que hacen que el camino parezca zona de guerra pero al mismo tiempo te mantienen despierto.
Llegamos al Oro a buscar un lugar donde quedarnos mientras el Sol se ocultaba, ya que la investigación para esta salida de fin de semana se basó solamente en trazar el camino para llegar. Pasamos a ver algunos lugares mientras yo buscaba arduamente en el celular. Logramos encontrar uno que se llamaba Villa Descubridora y fuimos a ver si estaba lo suficientemente limpio para pasar la noche. Estaba en las afueras del Oro pero el lugar era muy tranquilo y tenía bastantes más cuartos de lo que marcaba la página. Conocimos a Don Memo, el dueño, que nos recomendó pasar a cenar a Los Girasoles con su amiga Doña Irma. Obviamente nuestra mala organización nos llevó a tomarnos un café en un vagón de tren adaptado como restaurante y no poder cenar en los Girasoles porque ya era muy tarde. Nuestra decisión fue seguir la segunda recomendación de Don Memo y pasar a cenar al Callejón del Hambre para poder después regresar al hotel y dormir.
Al siguiente día con todas las energías recuperadas pasamos a recorrer todos los lugares turísticos que pudimos, pero sin duda en el que mejor atención recibimos fue en el Teatro Juárez, construido por Jorge Gorreo Romo y Portugal e inagurado en 1907 por Porfirio Díaz. Ahí conocimos a Victor, cuyo apellido no recuerdo, que es el encargado del teatro y nos dio una amplia explicación de su historia y su situación actual.
Conocimos también el Palacio Municipal que parece completamente fuera de lugar en un pueblo que ahora vive y revive su historia a través del turismo. De ahí seguimos a la Parroquia de Santa María de Guadalupe que nos impresionó en sus colores y decoraciones interiores.
Ya entrados en gastos decidimos pasar la siguiente parte del día en la Mina Dos Estrellas que nos había recomendado Don Memo ir a conocer. Al llegar todo parecía vacío y sin una alma que nos dijera por donde debíamos pasar. Poco después nos topamos con un grupo y nos unimos a un tour muy bien explicado de la mina, que ahora fue rescatada y vuelta museo después de años de abandono. La mina funcionó durante poco más de 60 años y llegó a tener más de 5,500 trabajadores de diversas partes del mundo. La mina tenía talleres de herrería, talleres eléctrico-mecánicos, de carpintería; era una ciudad en sí misma y sigue siendo sorprendente de recorrer. A cargo de nuestro recorrido estuvo Alan, una persona muy amistosa que parce que nos encontramos no en su mejor día. Pero no por eso dejó de contestar todas nuestras preguntas y contarnos las historias más importantes de Dos Estrellas.
Nada en este viaje se quedó corto de interesante, aunque nos hubiera gustado llegar más temprano el sábado para poder aprovechar al máximo los lugares.
Datos importantes:
Hotel Villa Descubridora 01 (711) 125-0421
Cuando vayas al Teatro Juarez sube a la parte alta e intenta que Victor salga a platicar contigo
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